martes, 15 de febrero de 2011

El origen del Universo... (6°)

Niños de 6°, les dejo varios videos relacionados con el tema, espero que los puedan ver con detenimiento... de ellos pueden extraer la información necesaria para resolver adecuadamente la tarea... 




La formación del sistema solar 




El origen del Agua




MODELOS PARA LA FORMACIÓN DEL SISTEMA SOLAR

  

René Descartes (1596-1650) fue el primero en intentar buscar una explicación científica, en el sentido moderno, a la existencia del Sistema Solar, y el primero en introducir la idea de evolución. En su libro Théorie des vortex, publicado en 1644, Descartes avanzó la teoría de que el Universo, lleno de éter y materia, esta plagado de vórtices de múltiples tamaños. Su ingeniosa idea se asentaba en la misteriosa turbulencia. Lamentablemente el modelo era solo cualitativo. Una de las mayores objeciones que recibió fue que no predecía que los objetos del Sistema Solar estuvieran todos aproximadamente en un mismo plano. Las ideas de Descartes a este respecto se abandonaron con el descubrimiento de las leyes de Newton. Ahora solo tienen un interés histórico.
 
Siguiendo una narración casi lineal, el naturalista Buffon (1707-1788) propuso la primera teoría catastrofista  de la formación del Sistema Solar. La llamada teoría de las Mareas. Buffon sugirió que el Sistema Solar surgió de la eyección de materia solar tras el choque del Sol con un cometa hace 70.000 años. Como veremos, el echar mano de fabulosas colisiones sigue siendo una argucia habitual en la astrofísica actual –y en muchos casos, cierta -. Esta teoría, con poca base científica, no tuvo mucho predicamento. Sin embargo, posteriores refinamientos, como  sustituir un cometa por otra estrella, o como explicar la formación de los planetas  a partir de condensación de material perdido por el Sol, la dotaron de mayor fundamento científico.
 
Otra clase de modelos proponían la posibilidad de que el Sol hubiera acretado materia interestelar. Para evitar que esta materia colapsara totalmente sobre el Sol se necesita de la presencia de otra estrella cercana. Este escenario permitía al material interestelar condensarse en planetas. Dentro de este grupo de teorías de acreción, Alfven y Arrhenius supusieron que el Sol se encontró con dos nebulosas, una compuesta de granos no volátiles, de donde los planetas interiores se formaron, y otra compuesta de hidrogeno, que dio lugar a los planetas gigantes. Las colisiones entre las partículas habrían dado lugar a la formación de chorros de material a partir de los cuales los planetas habrían emergido. Esta idea fue rechazada porque tales colisiones habrían producido más bien lo contrario de lo que se quería demostrar, es decir, habría desencadenado la dispersión de las partículas, inhibiendo la formación de planetas. Excepto en el caso de que un anillo estuviese confinado por uno o más satélites, lo que permitiría a las partículas unirse para forma el planeta en cuestión.  
El modelo candidato que más prosperó fue la teoría Nebular. El concepto de una nebulosa primitiva de la cual el Sol y su sistema de planetas surgieron fue primeramente propuesta por Kant (1724-1804) de manera cualitativa y por Laplace (1749-1827) arropada analíticamente. De acuerdo con Laplace la nebulosa se contrajo bajo la influencia de su propia gravitación, y su velocidad rotacional aumentó hasta que colapsó en un disco. Posteriormente, se formaron anillos de gas que se condensaron en planetas.
 
Este modelo tenía el mérito de explicar todos los fenómenos observacionales conocidos. Además, es compatible con los mecanismos de génesis estelar que vimos en el capítulo anterior. Sin embargo, dos grandes objeciones aparecieron a finales del siglo XIX. En primer lugar, Maxwell (1831-1879)  mostró que, según este modelo, es difícil explicar la acreción de un planeta a partir de un anillo de planetoides. La segunda objeción se refería al problema del momento angular.  

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