Evolución
de la unidad renal
A medida que los vertebrados
fueron evolucionando se pudo observar como los órganos excretores se preparaban
para desempeñar su función excretora. En primera instancia se
puede observar que el glomérulo se comunican totalmente con el celoma del animal
de tal forma que el filtrado que se realiza no se puede atribuir en especial al
órgano excretor en sí, sino a una conjunto de interacciones entre celoma y
riñón (en esta instancia muy primitivo) el cual se denominó Holonefros
Probablemente el holonefridio consistió en dos series longitudinales de
unidades renales, formadas por un par de glomérulos en cada segmento
embrionario.
Estos órganos se pueden
mencionar como un vestigio de un riñón derecho y de un riñón izquierdo,
localización conocida como ratroperidional, es decir externa con relación con
el celoma o sometopleura. Los nefridios eran abiertos pues el túbulo estaría
provisto de nefrostoma, que todavía se comunicaba con la cavidad celómica.
Todos los túbulos desembocaban en dos conductos denominados arquinefridios, y
estos llegarían independientemente al exterior.
De estos en animales como
amocetos de mixinoides y anfibios apodos, los cuales presentan un solo par de
glomérulos por segmento. En cambio encontramos en estado embrionario el
denominado PROTONEFROS, en donde aparecen primero las unidades posteriores y
asumen desde luego su función de excreción. Existe pues una etapa ontogenia en
la cual el organismo está provisto de órganos excretores de posición muy
delantera, provistos únicamente de un par de nefridios por segmento, sin
importar que estos sean abiertos o cerrados, además los conductos urinarios son
del tipo arquenefridio. Los protonefros son
funcionales en amocetos, en las larvas de los teleostomos y aún en el adulto de
los ciclostomos. Los túbulos de protonefros descargan su contenido en un vaso
venoso. Opistonefros Con este nombre se designa el aparato renal que
representa, en los organismos adultos actuales, una porción posterior del
holonefros hipotético.
Aludiendo una vez más a la desaparición
de los elementos renales anteriores, diremos que esta prosigue hasta una zona
posterior al límite trasero de riñón de cabecera. Así, en los animales que
conservan tales restos de pronefros, queda un espacio intermedio, que no ejerce
funciones renales entre el riñón de cabecera y el opistonefros funcional. La generalidad de los
opistonefros se caracteriza por la multiplicación , que llegan a sobre pasar
excesivamente en número de segmentos correspondientes, sobre todo en la región
posterior que por tal motivo, aparece hipertrofiada ; además, en el
opistonefros, es notable la perdida de la organización segmentaria y carencia
casi universal de nefrostomas. Constituyen la excepción, los opistonefros de
los ciclóstomos que conservan la estructura segmentaria y tienen solo un par de
unidades por segmento.
De lo antes dicho, es
posible deducir que la diferencia fundamental entre el pronefros y el
opistonefros radica en la procedencia, a partir del holonefros, además de las
particularidades ya mencionadas, representa la porción anterior del holonefros,
es funcional en los embriones y en algunos estados larvario; si persiste es a
manera de riñón de cabecera. El opistonefros es manifestación de la porción
posterior del holonefros, es funcional en todos los peces, en el más amplio
sentido del término, así como en los anfibios aun cuando algunos animales
presentan características estructurales primitivas. Metanefros En párrafos
anteriores se hablo acerca de la hipertrofia de seccionposterior del
opistonefros y de la multiplicación de los nefrones en la porción
opistonefrica. Probablemente el fenómeno manifiesta cierta tendencia hacia la
constitución de los riñones a expensas de la parte más trasera del holonefros
hipotético. La tendencia llega a su culminación en los órganos renales de los
vertebrados amniotas, que son notablemente compactos y tienen enorme cantidad
de nefrones del tipo más complejo, antes descrito.
A esos órganos se les conoce
en el campo de la anatomía comparada con el nombre de metalíferos. Una vez más,
señalamos que aparte de las diferencias anatómicas, la peculiaridad básica de los
metalíferos es su origen a partir de la sección posterior del holonefros. Los
ciclostomos en general, están provistos de riñón de cabecera, constituidos por
residuos del pronefros embrionario, drena la cavidad pericárdica directamente y
en segundo término la abdominal, ya que ambas están en comunicación. En la
porción anterior de la zona pronefrica, se halla un espacio carente de unidades
renales y a continuación, se localiza el opistonefros con las características
antes descritas. Estos órganos desembocan por medio de dos conductos
arquinefricos simples, cada uno de estos se prolongan desde las primeras
unidades opistonefricas hasta le región cloacal, siguiendo el borde externo de
cada órgano urinario; cabe añadir, que por delante del punto inicial quedan
vestigios del conducto empleado por el pronefros embrionario o del estado
larval.
Poco antes de llegar al
exterior , ambos conductos que podemos llamar ureteros o conductos dewolff, se
unen en una sola vía que desemboca en el ápice de una papila pequeña, oculta en
la región posanal, dentro de una cripta poco perceptible. Solamente en los
machos adultos, durante la madurez sexual, la papila se hipertrofia y adquiere aspecto
de pene rudimentario.
Los elasmobranquios tienen
opistonefros típico, por lo general más voluminoso en la región posterior. En
estos animales, especialmente en el sexo masculino, son muy interesantes las
relaciones establecidas entre el aparato excretor y el genital. La disposición
y conformación del aparato excretor en los peces teleostomos, varían en los
diversos grupos; sin embargo, pueden indicarse algunas características
generales, como es la independencia en cuanto a la expulsión de los productos
genitales y urinarios, ya que el conducto arquinefrico es siempre funcional en
toda su extensión y los órganos reproductores generan nuevas vías de expulsión.
Desde luego que estos animales están dotados de opistonefros y en ciertos casos
los estados larvarios tienen restos de pronefros.
En los anfibios, la parte
anterior del opistonefro está relacionada con el aparato genital de los machos,
además, hay conductos accesorios que recogen que recogen la excreción de la
región posterior del opistonefros, pero en lugar de desembocar en la cloaca, se
unen a los conductos arquinefricos que son a la vez diferentes, y estos
descargan separadamente en la cloaca. En las hembras de estos
anfibios no existe relación entre el aparato genital y la porción delantera del
opistonefros, ni hay unión entre el conducto arquinefrico y el oviducto; el uno
y el otro son independientes y descargan separadamente en la cloaca. La
concentración de los órganos renales es más notable en los anfibios anuros; se
trata de un par de cuerpos ovoides, relativamente grandes y rojizos, a lo largo
de la cara ventral en cada riñón es perceptible una banda longitudinal
amarilla, la glándula adrenal.
Son pocos los túbulos que se
convierten en aferentes; sin embargo, el conducto arquinefrico es la única vía
de descarga para los productos genitales masculinos en la cloaca. No existe
relación entre los ovarios y el aparato excretor femenino. En ambos sexos, la
cloaca forma un receso que funciona como vejiga urinaria; los uréteres no
desembocan a tal vejiga si no en sus proximidades, la orina pasa del luman
cloacal al receso antes mencionado. En este grupo de vertebrados
el aparato urinario de los adultos aparece en forma de metalíferos. Es mucho más
compacto que en las formas anteriores y está completamente separado del aparato
genital , puesto que el conducto arquinefrico funciona solo como vaso deferente
y los riñones descargan por uréteres mas o menos complicados, pero siempre
independientes del conducto primitivo.
En los reptiles, la forma de
los riñones es variada, puesto que la morfología de estos animales lo es
también. Por ejemplo en las serpientes y en los lacertillos apodos, uno de los
riñones es anterior con respecto a un homologo, pero alojados, como sucede en
toda clase zoológica, en la región posterior de los cavidad abdominal. Todos los reptiles tienen
los riñones lobulados, a menudo alargados, y en algunas especies funcionados
entre sí. También debido a lo largo del cuerpo, los uréteres de las serpientes
son muy prolongados; en cambio, los cocodrilos y las tortugas tienen uréteres
cortos. Estos últimos animales están previstos de vejiga urinaria, originada en
parte por la cloaca embrionaria y en parte por la alantoides.
En aves y mamíferos; los
riñones son aún más compactos, siguen lobados y están alojados en la región
pélvica. Las aves en general carecen de vejiga urinaria; solo los avestruces
tienen, y los productos de la excreción se eliminan por la cloaca. El proceso evolutivo hacia
un estado más compacto llega a su máxima expresión actual en los riñones de los
mamíferos. Se trata de órganos cuya forma semeja un frijol, por tanto tiene un
borde convexo, que es el externo y el opuesto o interno, con una depresión
llamada hilio, que determina el punto de entrada para la arteria renal y de
salida para la vena respectiva y el uréter, así como para el paso de nervios y
vasos linfáticos.
Cada riñón está cubierto por
una membrana fibrosa, llamada cápsula renal, que en el hilio se prolonga sobre
la superficie del uréter. Si se observa un corte longitudinal del riñón humano,
encontraremos que hacia adentro de la cápsula existe un arrea compacta conocida
como corteza renal y más hacia la superficie del riñón y el ápice dirigido en
sentido inverso. Cada uno de dichos conos es
una pirámide renal. La región interna, correspondiente al borde cóncavo del
órgano, carece de pirámides; está ocupado por un espacio denominado pelvis, que
puede interpretarse como gran dilatación del uréter. La pelvis se resuelve
radialmente en estructuras en forma de embudo más próximas a la pelvis se
denomina cálices mayores, y cálices menores las inmediatas a las pirámides.
Los nefrones se encuentran
en la corteza y en la médula. Los corpúsculos renales o de mapigio , de los
cuales se desprenden, como se vio, el túbulo excretor están incluidas en la
zona cortical, inmediatamente después de la cápsula, conocida como de Bowman,
se presenta, todavía en la misma zona, la porción contorneada próxima del
túbulo, que continua por un tramo recto o descendente y de menor calibre,
dirigido, en la médula hacia el ápice de una de las pirámides. No llega hasta
tal extremo sino, que en sus inmediaciones forma el asa de Helen, y retorna en
sentido opuesto por medio de otro tramo recto, que se denomina ascendente,
hasta llegar nuevamente a la corteza. Una vez en este lugar, se hace sinuoso en
la región contorneada distal para finalmente desembocar en un tubo colector al
que confluyen numerosos túbulos. De nuevo el tubo colector va hacia la pelvis,
se une a otros semejantes y vierte su contenido en tubos excretores abiertos en
la cápsula de la pirámide correspondiente.
La orina es recogida por
cálices menores, de ahí pasa a los mayores, a la pelvis renal y posteriormente
al uréter. Los uréteres, uno de cada riñón, desciende hacia la región pélvica,
en la que se aloja la vejiga urinaria. Esta última descarga por un solo
conducto, la uretra, que va por el interior del pene en los machos, hasta
llegar al exterior. En las hembras la uretra se abre al vestíbulo, bien sea en
el ápice del clítoris, como en las ratas, o en cualquier otro punto.
Enfermedades
Del Sistema Excretor
El sistema excretor como los
demás sistemas que conforman a un organismo puede ser severamente afectado por
una serie de enfermedades, producidas por factores genéticos (a causa de
mutaciones causadas por agentes químicos como pesticidas y otros), factores
prenatales y por factores alimenticios en individuos adultos.
Las afecciones más comunes
son los casos en los cuales uno de los dos riñones aparece sin su
correspondiente uréter de tal forma que un riñón no es funcional para este
individuo.
Otro caso es cuando el individuo
nace únicamente con un riñón, este presenta dos uréteres y es en ocasiones
incapaz de cumplir la función renal en este individuo.
Se han registrado casos en
los cuales los fetos nacen con sus dos riñones pero estos no presentan uréteres
y esto causa la muerte del feto.
En las personas adultas el
riñón se lesiona con mucha frecuencia por malos hábitos alimenticios, por el
consumo desproporcionado de alcohol y por otros factores, causando en ocasiones
cálculos renales, cáncer de riñón y otras enfermedades que pueden llevar en
muchos casos a la extracción del órgano afectado.
Tomado de: http://www.monografias.com/trabajos5/sisex/sisex.shtml#rena