miércoles, 17 de agosto de 2011

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viernes, 12 de agosto de 2011

La Migración Lessepsiana y el Gran Intercambio Biótico Americano. (704)



Gran Intercambio Biótico Americano.

A continuación detallamos dos acontecimientos naturales que decidirían el futuro de la fauna autóctona de América del sur.

El aislamiento geográfico de América del sur después de la extinción de los Dinosaurios duro unos 60 millones de años, provocando el desarrollo de una fauna muy particular y única. El gran intercambio biótico americano fue el suceso que acaeció durante los últimos 3 millones de años, cuando se restableciera la unión de Sudamérica con el resto del continente. Este evento geológico posibilito que la fauna de América del su desplazara hacia el hemisferio norte, y la de este, hacia hemisferio sur. Así fue que hacia el norte se movilizaron los grandes Gliptodontes, Megaterios, Toxodontes etc. en tanto que los emigrantes del norte llegaron a nuestras tierras fueron los Cervidos, Mastodontes, Hippidion y carnívoros como osos y tigres dientes de sable.


El impacto de este fluido intercambio trajo aparejadas consecuencia dramáticas, como la competencia por los nichos ecológicos, la falta de readaptación, enfermedades etc, logrando la disminución de especies autóctonas, algunas llevadas a la extinción. De esta forma los Paleontólogos clasifican de esta manera a los vertebrados fósiles del Cenozoico:


Autóctonos o endémicos: Son aquellas estirpes muy antiguas que empezaron a evolucionar en el Cretácico (mesozoico) y en el Paleoceno (Cenozoico), y se diversificaron durante el aislamiento geográfico.


Aloctonos: Son grupos antiguos de vertebrados que llegaron al continente sudamericano en distintos periodos geológicos, por los cortos momentos de conexión con otras masas continentales, balsas, saltadores de islas etc.


Invasores: Son aquellos vertebrados que llegaron a América del sur en el "Gran Intercambio Biótico Americano" en el Plioceno tardío.

Abajo: Mapa que demuestra el intercambio biológica entre ambas Américas durante el Plioceno (izquierda) y una caricatura que muestra el mismo acontecimiento, realizado por el dibujante Daniel Boh.


  

Un gran impacto desde el cielo.

En Diciembre de 1998 se dio a conocer por medio de la revista "Science", los resultados de los estudios realizados por científicos Argentinos y Norteamericanos, sobre el impacto de Asteroide en Sudamérica hace 3,3 millones de años y sus posibles consecuencias para los organismos vivientes del Plioceno. El mismo ocurrió entre las ciudades de Mar del Plata y Miramar, lo que pudo afectar el ecosistema de este sector del continente y haber contribuido con la extinción de varias especies, tanto animales como vegetales, ya que este momento coincide con la desapareció de grandes aves depredadoras, una gran parte de los marsupiales originados en el continente y una amplia diversidad de notoungulados. El hallazgo de impactitos y tierras cocidas productos de importantes incendios, visibles solo en un nivel estratigráfico, cuyas escorias (foto de abajo) presentan cristales formados por grandes choques y altas temperaturas.


El Kiwi y Las Aves del Terror (704)

Apteryx australis, Es una de las aves no voladoras que habitan en Nueva Zelanda. Aunque posee alas, éstas son pequeñas e inservibles. 


La evolución ha hecho que sus huesos posean médula al contrario que el resto de las aves voladoras que los tienen huecos para ahorrar peso.

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Imagen donde Podemos Observar el Claramente a este Animal

Durante años se ha investigado sobre el por qué los kiwis no vuelan. Hace millones de años, en Nueva Zelanda no existían mamíferos por tanto las aves dominaban todos los hábitats. El suelo era un verdadero banquete para ellas y encima no existían depredadores mamíferos por los que preocuparse entonces, ¿por qué volar? Algunas aves se convirtieron en las reinas de las islas y se adaptaron a desplazarse corriendo en vez de volando.

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Los kiwis con Respecto a los Otros Paleognatos los Establece Más Cercanos a las Moas

Presenta un largo pico con dos orificios nasales al final del mismo, valiéndose de él para localizar alimento ya que este es un buen detector de presión. Su largo pico le permite alcanzar presas que se encuentran a 15 cm de profundidad. Su dieta la componen lombrices, insectos y demás invertebrados que encuentran en el subsuelo y pequeños crustáceo o semillas. Su plumaje de aspecto piloso y sus hábitos nocturnos son mecanismos de defensa frente a sus depredadores.

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Son Criaturas Tímidas y Nocturnas con un Sentido del Olfato muy Desarrollado

El kiwi pone los huevos más grandes del mundo entre todas las aves, comparados con el tamaño de la madre. Este alcanza el medio kilo de peso y es 6 veces mayor que el de otras aves. Le ocupa prácticamente todo su cuerpo, desplazando sus órganos e incluso imposibilitándole la respiración. La incubación de esta ave también sorprende ya que su duración es de seis meses, siendo la más larga. El encargado de dicha tarea es el macho, que abandona el huevo una vez al día para alimentarse.

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Los Machos se Encargan de Empollar los Huevos

Durante su ausencia el huevo se enfría deteniéndose durante ese espacio de tiempo el crecimiento de la cría. Las ventajas del tamaño del huevo son varias: al eclosionar, la cría que emerge está totalmente formada y con todas sus plumas, posee un saco vitelino que le proporciona el alimento que precisa y son independientes cas de inmediato. Pero la pregunta es; ¿Por qué el Kiwi presenta ese huevo tan grande? El kiwi está emparentado con el extinto moa, otra ave sin alas pero ésta de unas dimensiones sorprendentes, tres metros de altura y unos 250 kg de peso. Las teorías mantienen que el kiwi evolucionó rediciendo su tamaño pero no el tamaño de sus huevos.

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Radiografía que muestra el volumen que ocupa el huevo dentro del cuerpo de la hembra

Aunque antaño vivieron años de prosperidad hoy día se encuentran al borde de la extinción ya que el armiño, mamífero introducido por el hombre en Nueva Zelanda, se alimenta de los kiwis provocando un descenso considerable de su población. Aunque han superado las dificultades a lo largo de los años aún quedan algunos misterios por resolver sobre esta oriunda ave de Nueva Zelanda que dejó de volar.


Las Aves del Terror (Familia: Phorusrhacidae)

Las 'aves del terror' desaparecieron hace 2 millones de años y no existieron junto a los humanos
J.M. NIEVES/MADRID
07/02/2007


Dotadas de enormes y robustos picos, se encontraban entre los mayores depredadores de su época y ocupaban, por tanto, el nivel más alto de la cadena trófica. Ningún ser vivo estaba por encima de ellas y eran los mayores depredadores sobre la faz del planeta

Titanis walleri

Estuvieron entre las bestias más temibles de su tiempo. Aves carnívoras de más de dos metros de altura y ciento cincuenta kilos de peso que habitaron en América del Norte y que, según se creía, se extinguieron hace apenas diez mil años, justo mientras los humanos se expandían por el último de los continentes ocupados por nuestra especie. Sin embargo, nuestros antepasados jamás llegaron a encontrarse con Titanis walleri, conocida como el ave del terror por su fiereza y su perfecta adaptación al papel de depredador carnívoro.

Titanis walleri

Un estudio realizado por paleontólogos del Museo de Historia Natural de Florida y recién publicado por la revista Geology sostiene, en efecto, que Titanis walleri se extinguió en realidad mucho tiempo antes de la llegada de los humanos al continente americano. Casi dos millones de años antes. El estudio también arroja luz sobre la manera en que esta especie, originaria de América del Sur, emigró hacia la mitad norte del continente.

Todas las aves del terror, tanto las del sur como las del norte, habían perdido su capacidad de vuelo y utilizaban sus alas como mortíferos instrumentos con los que voltear y manejar sus presas. Dotadas de enormes y robustos picos, se encontraban entre los mayores depredadores de su época y ocupaban, por tanto, el nivel más alto de la cadena trófica. Ningún ser vivo estaba por encima de ellas y eran los mayores depredadores sobre la faz del planeta.

Conclusiones

Para llegar a sus conclusiones, los investigadores, liderados por el paleontólogo Bruce MacFadden, analizaron los únicos restos que han aparecido de este animal, en los estados norteamericanos de Florida y Texas. Y se fijaron especialmente en la distribución de una serie de elementos químicos, muy raros, presentes en los huesos.

«Hasta ahora -explica Bruce MacFadden- los científicos creían que Titanis se extinguió hace 10.000 años». La fecha coincide con la extinción de otras especies de «megafauna», desaparecidas en Norteamérica a finales del Pleistoceno, una extinción de la que los expertos culpan, en parte, a los recién llegados seres humanos. Pero el análisis químico de los fósiles de Titanis walleri arroja una antigüedad de dos millones de años. Según el estudio científico, la migración de sur a norte se produjo hace 5 millones de años, y no dos.